La parábola parta de un suceso en apariencia insignificante: una mujer que ha extraviado una moneda; un pastor que ha perdido una oveja; un padre al que se le va de casa uno de sus dos hijos; un viajero que cae en manos de unos bandidos, etc. Pero la parábola saca ese suceso del ámbito de la banalidad y el anonimato y lo convierte en un pequeño drama humano que nosotros podemos vivir desde el interior entrando, por así decirlo, en los sentimientos de los actores o de las víctimas.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario