"El arte que trasciende, que ayuda a ver y encontrar al otro, que es expresión de la tradición y de la renovación de la fe y de belleza". Benedicto XVI

jueves, 28 de octubre de 2010

Los perros mudos


9 ¡Bestias del campo, fieras de la selva, vengan todas a devorar!

10 Sus guardianes son todos ciegos, ninguno de ellos sabe nada. Todos ellos son perros mudos, incapaces de ladrar. Desvarían acostados, les gusta dormitar.

11 Esos perros voraces nunca terminan de saciarse, ¡y ellos son los pastores! No saben discernir, cada uno toma por su camino, todos, hasta el último, detrás de su ganancia.

12 "¡Vengan! Voy en busca de vino; nos embriagaremos con bebida fuerte, y mañana será lo mismo que hoy

Isaías 56

martes, 26 de octubre de 2010

Un pasado fértil


La imitación servil ha sido solo resultado de un clasicismo adocenado; el buen clasicismo, desde Homero en adelante, jamás significó la supresión de la originalidad, sino su intenso estímulo gracias a la influencia disciplinadota de una tradición dotada de una gran virtud de fertilización.

Grecia y Roma son, o deberían ser, interesantes e incluso excitantes , y no la mano inerte de un pasado que actúa como freno.

Las tradiciones están detrás de nosotros, necesitémosla o no. Si somos inconcientes de su presencia, somos sus víctimas pasivas, inertes en sus manos, Si las entendemos, nos liberan de los lazos de la necesidad histórica; potencian nuestras vidas en vez de embotarlas, pues nos hemos hecho sus señores y no sus esclavos.


Michael Grant. El nacimiento de la civilización occidental.

lunes, 25 de octubre de 2010

La falsedad del tópico


Es un tópico afirmar que vivimos en una era casi despro­vista de fe, pero ¿es realmente así? En el pasado, el clima social y cultural era favorable a la creencia en Dios. Existía una comu­nión de valores entre el arte, la ciencia y la religión. Dante, Shakespeare, Newton y Beethoven creían en unos valores que estaban más allá y por encima de su trabajo. Actualmente, parecería como si nada fuera cierto y todos los valores fue­ran relativos. Con todo, ¿es ésta una descripción completa? ¿O más bien se trata de una imagen gratuita que nos ofre­cen los actuales sistemas sociales y políticos mientras que, en realidad, todavía existen muchas personas que estarían dis­puestas a asumir el riesgo de la experiencia de la fe? Tal vez sería más realista decir que, en el conjunto de la sociedad, todavía hay muchas personas que creen en Dios y muchas más a quienes les gustaría ser ayudadas para acceder al sentido de la creencia en un Dios personal.


Wilfrid McGreal. Juan de la Cruz

jueves, 21 de octubre de 2010

Proclamar tu alabanza


Tot lo que veig se vos assembla en mi...
Deixeu-me creure, doncs, que sou aquí.
I quan vinga aquella hora de temença,
en què s’acluquin aquests ulls humans,
obriu-me'n, Senyó, uns altres de més grans
per contemplar la vostra faç immensa.
¡Sia'm la mort una major naixença!


Todo cuanto yo veo se os asemeja en mi...
Dejadme, pues, creer que estáis aquí.
Y al llegar el momento tan temido
en que estos ojos se hayan de cerrar
abridme otros, Señor, otros más grandes,
para gozar de vuestra inmensa faz.
¡Sea la muerte en mí un mayor nacimiento!


Joan Maragall. Canto Espiritual

martes, 19 de octubre de 2010

Los frutos amargos


Las congojas y fatigas de que está sembrada toda esta vida miserable, y la fruta que en este valle de lágrimas y destierro nuestro cogemos, pues necesariamente habemos de gustar y comer della, y esto no se puede ex­cusar, de tal manera comamos, que no nos empezca su amargura, ni nos quede dentera de tan desabrido manjar, sino que lo desabrido se nos haga sabroso, y dulce lo amargo, y suave lo áspero, y fácil y llevadero lo dificultoso é insufrible.


Pedro de Rivadeneira. Tratado de la tribulación.

lunes, 18 de octubre de 2010

Creer la vida



La búsqueda es la forma interior de la vida así como su evidencia. La fe es un principio de vida, es el principio de la vida en su más alto nivel. Precisamente por esto, de acuerdo con este principio, de la fe nace la búsqueda. La mente que cree es la mente que busca, porque cree y vive creyendo.

Robert Caponigri

martes, 12 de octubre de 2010

La involución de la especie


A pesar de los «Derechos del Hombre» y de la libertad de pensa­miento, de creer al individuo capaz de derribar al Estado y a Dios de su trono, el XIX fue un siglo empeñado en empequeñecernos, en conver­timos en ciudadanos de Liliput.

Frente a los escudos medievales que procuraban entroncarnos con San Luis o con Adán y Eva, se pone a la cabeza de nuestro li­naje a un encorvado chimpancé.

Y la lenta elaboración de la mujer, hasta transformarla en dama y subirla, con Dante, a las estrellas teológicas del noveno cielo, es aniquilada, convirtiéndola en una hembra de mamífero y explicando que el carmín de sus labios es una garantía de salud para la repro­ducción.

Nada halaga más a los barbudos y enchisterados astrónomos de entonces, miembros de todas las Academias y con la roseta de la Legión de Honor en el hojal de su levita, que asegurar que la tierra es una partícula imperceptible de ese polvo estelar que se llama ne­bulosa.


Agustín de Foxa. Por la otra orilla

domingo, 10 de octubre de 2010

La búsqueda de los ciegos



5. A los sabios
Cavilas sobre la Escritura y con sutilezas crees
Encontrar al hijo de Dios . Ah, abandona
Esta búsqueda y ve al establo a besarlo.
Entonces, muy pronto, gozarás de la fuerza del noble Niño.

(Libro tercero)

62. Debe escogerse lo mejor
¡En pie, soldado, a las armas! Será mejor para ti
El reposo después de la victoria que la pena después del reposo.

248. No ver a Dios es no ver nada
Viajas para ver y explorar muchas cosas.
Si no has visto a Dios, nada has visto.

(Libro sexto)

Angelus Silesius. El Peregrino Querúbico

jueves, 7 de octubre de 2010

Prácticas contra la vanidad



Si por las maquinaciones de Belcebú o su amigo Mamón, tu casa está en los suburbios, planta en tu jardín no cosas agradables a la vista como rosas, o agradables al olfato como la lavanda; sino cosas buenas para comer como patatas o judías. Después de dos años habrás logrado 3 cosas: (1) Apreciarás mejor la inteligencia del hombre rústico; (2) tendrás un mejor conocimiento de la Historia Natural (especialmente sobre babosas); y (3) tendrás un desprecio sarcástico de la economía del actual sistema cloacal. En otras palabras tendrás los fundamentos de una buena formación en Humanidades.

Vincent McNabb, O.P. Carta a un Joven con inquietudes

miércoles, 6 de octubre de 2010

Las puertas a la vida



Es, pues, la vida un dolor en que se empieza el de la muerte. Que dura mientras dura ella. Considéralo como el plazo que ponen al jornalero, que no tiene descanso desde que empieza, sino cuando acaba. A la par empiezas a nacer y a morir, y no es en tu mano detener las horas; y si fueras cuerdo, no lo habías de desear; y si fueras bueno, no lo habías de temer. Antes empieza a morir que sepas qué cosa es la vida, y vives sin gustar de ella , porque se anticipan las lágrimas a la razón.

Francisco de Quevedo. La Cuna y la Sepultura

lunes, 4 de octubre de 2010

Hermano Francisco


Por encima de todas las gracias y los dones del Espíritu Santo, que Cristo concede a sus amigos, está el de saber vencerse a uno mismo, y soportar gustosamente, por amor a Cristo, las penas, las injurias, los trabajos y los oprobios; porque, en todos los demás dones de Dios, nosotros no podemos glorificarnos, puesto que no son nuestros, sino de Dios ... Pero en la cruz de la tribulación y de la aflicción, sí podemos glorificarnos, porque eso nuestro es.

San Francisco de Asis

sábado, 2 de octubre de 2010

A mayor gloria de Dios


Hay unos autores que estampan libros por el aplauso y otros que escriben puramente por la gloria de Dios y por el beneficio del prójimo. Los primeros sienten vivamente por su pasión la rígida e inex­cusable censura de los maldicientes. Los segundos se están quietos dentro de su nada, donde no llegan los dardos de la mordaz censura. Yo quisiera con la divina gracia estarme en mi nada para estar inferior a todas las censuras, y para ofrecer a Dios las alaban­zas, a quien sólo se debe la honra y la gloria.


Miguel de Molinos. Defensa de la Contemplación.