"El arte que trasciende, que ayuda a ver y encontrar al otro, que es expresión de la tradición y de la renovación de la fe y de belleza". Benedicto XVI

miércoles, 29 de septiembre de 2010

Corriente infinita


Nada muere, todo existe siempre. Ninguna fuerza puede acabar lo que una vez fue. Toda acción, toda palabra, toda forma, todo pensamiento caído en el océano universal de las cosas produce ondas que van expandiéndose hasta los confines de la eternidad.

Theophile Gautier. Arria Marcella

lunes, 27 de septiembre de 2010

El efímero camino hacia la eternidad


Las flores se entregan completamente a su destino, como la flor del cerezo se entrega al viento, por un momento flotan sobre las aguas del río y al pasar parecieran decir.. nos encaminamos hacia la eternidad.

K.Okakura

sábado, 25 de septiembre de 2010

Las manos vacías



¿Buena fe? Nunca me la permitiría. Cuando sea llamado ante mi Dios y Señor, no me voy a presentar con una cesta a la espalda llena con mis obras completas; todos los ángeles se echarían a reír. Ni tampoco diría para mi justificación: siempre tuve buena intención, 'buena fe'. No, me presentaré allí con las manos vacías y solo me parecerá oportuno decir: 'Dios, ten misericordia de este pobre pecador.

Karl Barht

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Prisioneros del absurdo


Si Dios no existe, si el mundo no tiene di­rección ni finalidad, si salido de la nada no se dirige a ninguna parte, el hombre atrapado en la mecánica melancólica de un oficio, ele­mento de un organismo -ya sea al servicio de intereses particulares en un régimen capi­talista, o al servicio de un partido, del Estado, de la colectividad- el hombre de hoy per­manece extraño a lo que constituye la trama monótona y siniestra de sus jornadas. Lo que en él razona, reflexiona, su corazón que se enamora y que sufre, esa parte de él que es esencialmente su propio yo no es afectada de ninguna manera por las tuercas que ajusta, por los boletos que perfora, por las columnas de cifras que suma en los registros. Si Cristo no ha resucitado y si es vana nuestra esperanza, el hombre se convierte en un presidiario.


Francois Mauriac. Palabras Católicas

domingo, 19 de septiembre de 2010

Conversión


La verdad no levanta la voz, ya lo sabéis, y él nos daba en la capilla como enrasando la sangre y las palabras en un mismo nivel. ¡Cuántas veces me he preguntado en qué consistía aquel diario y convincente poderío que sus pláticas tenían sobre nosotro­s! Hasta que, al fin, lo comprendí: él nos hablaba convirtiéndo­se. Esto le daba a su palabra aquel acento inconfundible de certidum­bre, premonición y postrimería. Le sentíamos naciendo.


Luís Rosales. Semblanzas

viernes, 17 de septiembre de 2010

La tierra no fue el paraiso


la palabra Gulag ha venido a denominar además no sólo la administración de los campos de concentración sino también al sistema soviético de trabajos forzados en sí mismo, en todas sus formas y variedades: campos de trabajo, de castigo, de criminales y políticos, de mujeres, de niños o de tránsito. O incluso más, los prisioneros en alguna ocasión lo llamaron triturador de carne: las detenciones, los interrogatorios, el transporte en vehículos de ganado, el trabajo forzoso, la destrucción de familias, los años perdidos en el exilio, las muertes prematuras e innecesarias.


Anne Applebaum. Gulag: Una historia

martes, 14 de septiembre de 2010

La gran revolución


Pese a algunas punzantes sentencias de Esquilo o de Sófocles, el helenismo fracasó por no haber sabido conceder un puesto -el primero- al dolor humano. Tras haberse deleitado con sus dioses olímpicos en un hermoso sueño, el mundo tuvo que reconocer que el sufrimiento es la ley de la vida y la angustia metafísica la dignidad del ser cogitativo. El Zeus de Fidias cedió su puesto al Varón de Dolores de Matías Griinewald, cambio que supone, sin duda, la más grande revolución de todos los tiempos. De la revolución cristiana nació el hombre moderno, separado de las humanidades anteriores por un abismo: el foso que fue menester cavar para alzar una cruz en la roca del Gólgota.


René Grousset. Bilan de l´histoire

domingo, 12 de septiembre de 2010

Los deberes humanos


El afán de acumular derechos ha socavado y sofocado el sentimiento del deber, que es un eje esencial de nuestra vida. Esto es todo. Sí como a fuerza de vivir para los deberes , y sólo para ellos, el hombre puede convertirse en un esclavo, así, el ansia sin medida de los derechos arranca de raíz el sentimiento del deber y convierte al hombre en un demonio insensible y cruel que sólo acierta a dirimir sus facultades por la fuerza.

Gregorio Marañón. Raíz y decoro de España

viernes, 10 de septiembre de 2010

Síntoma de madurez


Cuando se comprende que no hay nada que romper es cuando se comienza a convertirse uno en un hombre

Jean Anouilh. Roméo et Jeannette

jueves, 9 de septiembre de 2010

El criador


Y así por mucho que trabaje en buscar consuelo y quietud, no lo puede hallar en lo temporal, sino en lo eterno, para donde fue criada, y los que buscan el consuelo, y reposo en las cosas de la tierra, les acontece lo que a las Danaydes, que trabajan en balde en hinchir la cuba agujereada, que es lo que da a entender en esta Empresa, con la letra que dize Sterilis ­labor, que quiere dezir trabajo sin provecho. Porque tal es del que pretende hinchir el vacío, que en sí tiene, con cosas vacías, como es todo lo que de la tierra, no haviendo cosa, que pueda hinchir el alma, sino sólo Dios, que la crió

Juan de Borja. Sterilis ­labor

domingo, 5 de septiembre de 2010

Transparencia


Los misterios no son verdades que están por encima de nosotros, sino verdades que nos abarcan.

R.P. Jouve

viernes, 3 de septiembre de 2010

Recoger los frutos


No tenemos la sabiduría y las artes por nosotros mismos, sino por un mediador. Es el espíritu invisible el que nos envía el arte de este modo, como el campo nos da sus frutos. .. Así el espíritu de Dios reparte conforme a su ordenamiento: a uno la invención de las letras, a otro alforja, al tercero el tocar el instrumento de cuerda, y así a cada uno aquello que necesita en la Tierra. Pero una vez inventadas las cosas podemos aprender también de nosotros mismos.

Todo lo que inventamos tiene su origen en el espíritu. No debemos preocuparnos de por qué vía llegan las cosas hasta nosotros, sino que debemos confiar...en que todas ocurren por mandato de Dios... Así, todo el mundo tiene que darse cuenta de que un pájaro no podría volar hacia la tierra si no fuera mandato de Dios.

Paracelso. Textos esenciales