"El arte que trasciende, que ayuda a ver y encontrar al otro, que es expresión de la tradición y de la renovación de la fe y de belleza". Benedicto XVI

domingo, 28 de junio de 2020

Vendrá


¿Dónde se encuentra aquella fe amada y devota del reino de Dios sobre la Tierra, sin la cual la salvación es imposible? ¿Dónde se encuentra aquella confianza celestial de los hombres, aquella dulce devoción ante las manifestaciones de un alma arrebatada, aquel espíritu de la cristiandad que puede abrazarlo todo?

¿Es demasiado pronto o muy tarde? No debemos preguntarlo. Seamos pacientes; vendrá, tiene que llegar la época sacra de la paz eterna, en que la nueva Jerusalén será la capital del mundo; hasta entonces manténganse serenos y animosos ante los peligros del tiempo; compañeros de mi fe, anuncien el santo Evangelio con palabras y actos; permanezcan fieles a la auténtica e infinita fe, hasta la muerte.

Novalis. La cristiandad o Europa

martes, 23 de junio de 2020

La esfera del misterio



La razón es consciente de sus limitaciones y de la existencia de la esfera del misterio. No es un frío ejercicio analítico, sino la posibilidad de entrar en una relación profunda con el mundo circundante y con nosotros mismos

Olga Sedakova

lunes, 22 de junio de 2020

Rinocerontes



N
o admitir la existencia de Dios supone ser todavía más estúpido que aquellos pueblos que creen que el mundo está apoyado sobre un rinoceronte.

Alexander Pushkin

viernes, 19 de junio de 2020

Busco su vía



Señora del cielo, Regente de la tierra,
Emperatriz de los pantanos infernales:
recibid a esta humilde cristiana que yerra:
quiere ser de vuestros dilectos celestiales
aun sabiendo que no tiene méritos tales.
Esas que de vos manan, mi Señora, riquezas,
son mucho más grandes que todas mis bajezas.
Sin ellas al cielo el alma no ha de subir;
y no estoy mintiendo, como las juglaresas:
en esta fe yo quiero vivir y morir.

Decid a Vuestro hijo que busco su vía.
Pedidle que mis pecados sean borrados,
que me perdone como a la egipcia María
o a Teófilo, clérigo a quien disculpados
fueron sus tratos con el diablo acordados
por la intercesión de Vuestra dulce sonrisa.
Preservadme del demonio que siempre atiza,
Virgen que sin mancha pudiste concebir
el sacramento que se celebra en la misa:
en esta fe yo quiero vivir y morir.

Soy pobre y viejo, no sé los textos sagrados,
pero en la iglesia adonde voy por que me ayudes
vi un Edén pintado con arpas y laúdes
y un Infierno en donde hierven los condenados.
Este me da un gran miedo, al otro alborozados
miran mis ojos, y es la única verdad que sé.
Sueño con que esa dicha algún día alcanzaré,
Señora a quien el pecador debe recurrir
sin fingimientos ni pereza y con fe:
en esta fe yo quiero vivir y morir.


Fue tu santa preñez, digna Virgen, Princesa,
el Rey Jesús que es infinito y que no cesa
y que adoptó nuestra triste naturaleza,
dejó su cielo y por nosotros vino a morir
sacrificándonos su juvenil belleza.
Así es nuestro Dios. Suya mi alma se confiesa:
en esta fe yo quiero vivir y morir.

François Villon. Balada para rezar a Nuestra Señora





miércoles, 17 de junio de 2020

Torso de sed


No. No es la luz más bella que tu sombra 
Cristo de mi velar, Cristo desnudo 
Como enjuto ciprés de pobre aldea, 
que empaña y amortaja el pensamiento 
en la vidriada luz de sus pupilas 
y en su torso de sed. 

Leopoldo Panero. En la Catedral de Astorga

domingo, 14 de junio de 2020

Lo más hondo




Había perdido mi nombre, mi posición, mi felicidad, mi libertad, mi fortuna. Era un recluso, y era un pobre, pero me quedaba mi bien más preciado: mis hijos. Y de pronto la ley me los arrebata. Fue tan terrible el golpe, que me quedé como aturdido. Me puse de rodillas, incliné la cabeza, lloré y dije: “El cuerpo de un niño es como el cuerpo del Señor; ya no soy digno de ninguno de ellos”. Y ese momento fue sin duda el que me salvó. En ese momento comprendí que sólo me cumplía aceptarlo todo. Y desde entonces, –por extraño que esto parezca, soy feliz, pues he llegado hasta lo más hondo de la esencia de mi alma. Había mostrado ser su enemigo en muchos respectos y la encontré esperándome como un amigo. Al entrar en contacto con su alma, uno se vuelve sencillo como un niño, y esto es lo que uno ha de ser, según las palabras de Cristo.

Oscar Wilde. De Profundis

jueves, 11 de junio de 2020

CORPUS CHRISTI 2020


Sólo tú Sacramento de luz en equilibrio
aquietaba la angustia del amor desligado.
Sólo tu Sacramento, manómetro que salva
corazones lanzados a quinientos por hora.
Porque tu signo es clave de llanura celeste
donde naipe y herida se entrelazan cantando,
donde la luz desboca su toro relumbrante
y se afirma el aroma de la rosa templada.
Porque tu signo expresa la brisa y el gusano.
Punto de unión y cita del siglo y del minuto.
Orbe claro de muertos y hormiguero de vivos
con el hombre de nieves y el negro de llama.
Mundo ya tienes meta para tu desamparo.
Para tu horror perenne de agujero sin fondo.
¡Oh Cordero cautivo de tres voces iguales!
¡Sacramento inmutable de amor y disciplina!

          Federico García Lorca. Mundo                        

martes, 9 de junio de 2020

Acariciar el dolor con el silencio


Publicar un libro, tres libros, veintisiete libros no significa saber algo. Ser amable con los extraños, escuchar, acariciar el dolor con el silencio, luchar, cometer errores y arrepentirse ... esto es saber algo.

Chandra Livia Candiani. La poesia e lo spirito (una entrevista)

viernes, 5 de junio de 2020

Dulce compañía




Yo soy en persona la fe que has profesado y quien te la inspira, esa por la que tú has respondido y la que te guiaba, la que te reconfortaba y la que ahora te juzga, pues soy en persona la Imagen propuesta a ti mismo desde el nacimiento de tu ser y la Imagen querida finalmente por ti mismo. (“Yo era hermosa y tú me has hecho todavía más hermosa”).

Henri Corbin. Daena, el ángel tutelar

lunes, 1 de junio de 2020

La voz de la cruzada



Triste está ahora el Arcángel en medio de un mundo desolado y ensangrentado. Los brazos que levantaron su espada ya no pueden emplearla en defensa de la Fe. Afortunado quien pueda recogerla otra vez con mano vigorosa. Porque la hora de las grandes, definitivas batallas se acerca. Batallas sin confusión de bandos y de propósitos. Y todos reconocerán el signo del Arcángel al frente de sus Ejércitos. Porque el tiempo de Dios no admite huecos apocalípticos en su curso. Y el Continente de Cristo no puede permanecer largamente en un estado de muerte y de desesperación. Cientos de veces el Continente parecía haber caído para siempre, vencido y derrotado. Otras tantas veces la voz de Cruzada había llenado sus anchos confines.

George Uscatescu. Visión del Arcángel