"El arte que trasciende, que ayuda a ver y encontrar al otro, que es expresión de la tradición y de la renovación de la fe y de belleza". Benedicto XVI

viernes, 25 de febrero de 2011

La explosión de Fe


La contemplación del hombre Jesús, su presencia todavía viva parece una inagotable fuente de impulsos, en razón de su radicalidad siempre plena de sentido. Jesús permanece como una formidable potencia frente al cristianismo que hizo de Él su fun­damento. Permanece como una carga de dinamita que muchas ve­ces ha intentado romper las petrificaciones mundanas del cristia­nismo en sus Iglesias.


Karl Jaspers. Los grandes filósofos.

miércoles, 23 de febrero de 2011

Los pasos del solitario


CON EL CRISTO

Dicen que soy ateo más la palabra es corta.
Le llaman ateismo a este sentirse
solo frente a los mares, bajo el cielo,
sobre la leve línea terrenal,
entre desconocidos.
¿Es que aluden, a quién, a Tu persona?
¿Quién se sintió más solo que tú mismo?
¿Acaso hay quién?

(... ... ...)

Ligero paso alado que transporta,
En el breve sagrario de su pecho,
Un deslumbrante corazón.
Solitario espectral de los caminos,
de las blancas aldeas.
Qué cerca siempre tú de todo aquello
que no tiene posibles soluciones.
Que lejos de las doctrinas insensibles
Y avariciosas. Lejos
de todo cuanto puebla las ciudades,
oro macizo o peso indiferente.

(... ... ...)

¿Qué ha quedado de ti?
Que todo el que me siga resucite.
Y en eso estamos.

Juan Gil –Albert. La Meta - Física

lunes, 21 de febrero de 2011

La ruta del paraiso


No te traslades de criatura a criatura, pues serás como el asno de la tahona, que camina, sí, pero el lugar al cual se traslada en su marcha es el mismo del cual ha partido. Antes bien, trasládate de las criaturas al Creador, pues tu Señor es el término y la meta.


Ibn Abbad de Ronda. Sarh Hikam, I,32

domingo, 20 de febrero de 2011

Gloria y contemplación


La gloria de Dios es el hombre viviente; pero la vida del hombre está en la contemplación de Dios.


Ireneo de Lyon. Contra los herejes, 4,20,5-7

lunes, 14 de febrero de 2011

Los caminos infinitos


Dios es la causa de todas las cosas bellas, pero de algunas de una manera esencial, como del Antiguo y del Nuevo Testamento; de otras secundariamente, como de la filosofía. Y quizás ésta ha sido dada fun­damentalmente a los griegos, antes que el Señor los llamara también: pues ella conducía a los griegos hacia Cristo como la Ley a los He­breos. Y, todavía ahora, la filosofía es una preparación que orienta a aquel que es perfeccionado por Cristo.

Clemente de Alejandría. Stromata, 1, 5, 28

sábado, 12 de febrero de 2011

El mudo asilo


Siempre será necesario que los cultores a belleza y del bien, los consagrados por la desdi­cha se acojan al mudo asilo de la soledad, único refugio acaso de los que parecen de otra época, descon­certados con el progreso.

Evito los abismos paralelos de la carne y de la muerte, recreándome con el afecto puro de la gloria; de noche en sueños oigo sus pro­mesas y estoy, por milagro de ese amor, tan libre de lazos terrenales como aquel místico al saberse amado por la madre de Jesús. La historia me ha dicho que en la Edad Media las almas nobles se extinguieron todas en los claustros, y que a los malvados quedó el domi­nio y población del mundo.


Jose Antonio Ramos Sucre. La torre de Timón

jueves, 10 de febrero de 2011

Orígenes de la tragedia


Al principio las plañideras, es decir, el coro, conformaban el drama en su totalidad. Después los participantes en el duelo, cansados del silencio del muerto, comenzaron a soñar con algo absolutamente temerario, pecaminosos quizás: con que él mismo tomara la palabra. El retorno del difunto, su resurrección, ha constituido sin duda el anhelo supremo del género humano. Ante la imposibilidad de lograrlo, los primeros poetas trágicos crearon su imitación: levantaron al personaje (el difunto) del ataúd para hacerle moverse en escena, para que hablara y diese testimonio. Este es también el primero de los actos innovadores del drama que, como todo arte, nació así, acompañado de una pretensión imposible: la superación de la muerte, del destino.

Ismaíl Kadaré. Esquilo

martes, 8 de febrero de 2011

Los progresos de la muerte


La mentira nos envuelve con el aire que respiramos, y no tenemos defensa contra ella, así que nos pasamos a su bando, y creamos un lenguaje, el de la corrección política, en el que lo blanco es negro, o al revés. Tal es nuestro escudo y pantalla contra la barbarie, ­cada vez más científica. La Muerte -el aborto, la eutanasia, la manipu­lación genética y un largo y siniestro etcétera-, exactamente como en las teorías darwinistas y eugenistas o demográficas de finales del siglo XIX, y en su praxis a gran escala del xx, vuelve a se mirada -si es que hubiera dejado de serlo en todo este tiempo transcurrido- como el gran elemento del progreso de la especie.



José Jiménez Lozano. Advenimientos.

jueves, 3 de febrero de 2011

La razón contraria al racionalismo


La libertad de hacerse las «preguntas que merecen la pena» es prerrequisito indispensable de toda vida que sea verdaderamente racional. Quien se priva de esta libertad fundamental comete una especie de suicidio espiritual que, aunque se consume teórica­mente en nombre de la «razón», es siempre un acto de pura y absoluta irracionalidad.


Giacomo Biffi. La bella, la bestia y el caballero

martes, 1 de febrero de 2011

Fuerza clásica


Nuestro amor por la belleza no nos conduce a la extravagancia; nuestro amor por las cosas del espíritu no nos hace débiles.

Tucídides, libro II