Antístenes empezó a gritar:
- "¡Ay! ¿Quién me librará de mis dolores? "
- "Esto" le dijo Diógenes mostrándole su cuchillo.
- "He dicho de mis dolores " rectificó Antístenes, "no de mi vida".
Diógenes Laercio. Vidas, opiniones y sentencias de los filósofos más ilustres
domingo, 29 de enero de 2012
viernes, 27 de enero de 2012
La dignidad de la muerte
lunes, 23 de enero de 2012
El orgullo en el infierno
Podría venir un tiempo en el que los humanos pretenderán rehacer la obra del Creador; sí, hacer criaturas a su semejanza. Entonces , estos falsos vivientes invadirán el universo, será el reino de las máquinas infernales. El orgullo perderá a las naciones como ha perdido al primer hombre.
Michel de Ghelderode. El Sol se pone
Michel de Ghelderode. El Sol se pone
sábado, 21 de enero de 2012
Cuando la multitud tiene un rostro
Cuando vi ese rostro torturado, comprendí de golpe quién era este Papa, cuál era su obra formidable y su importancia para el mundo... Sentí entonces mi intensa soledad de ateo. Estaba fuera de aquellas multitudes inmensas y ya no tenía ni siquiera mi vieja ideología, ni una religión en que creer. Era un hijo abandonado del racionalismo francés ... Entonces, el que se puso a temblar fui yo, con los ojos llenos de lágrimas.
Arnaldo Jacor. Folha de Sao Paulo, 5 abril de 2005
miércoles, 18 de enero de 2012
El genocidio de los tolerantes
¡La Vendée ya no existe, ciudadanos republicanos! Ha muerto bajo nuestra libre espada, con sus mujeres y niños. Acabo de enterrar a un pueblo entero en las ciénagas y los bosques de Savenay. Ejecutando las órdenes que me habéis dado, he aplastado a los niños bajo los cascos de los caballos y masacrado a las mujeres, que así no parirán más bandoleros. No tengo que lamentar un sólo prisionero. Los he exterminado a todos.
Carta del General Westermann al revolucionario comité de salud pública en París, tras masacrar a la población católica de La Vendée, citada por
Reynald Secher. La Vendée vengée. Le génocide franco-français.
sábado, 14 de enero de 2012
La norma inusitada
Uno de los medios más seguros para llamar la atención es hacer algo que se salga de lo normal, y pocos artistas tienen el coraje de escapar a esta tentación. Debo confesar que yo era de aquellos a quienes no les importaba mucho la originalidad. Siempre intenté producir algo completamente convencional, pero fracasé, y siempre contra mi voluntad, se convirtió en algo inusitado.
Arnold Schoenberg. El estilo y la idea
Arnold Schoenberg. El estilo y la idea
martes, 10 de enero de 2012
Libertad de las reglas
Si quieres deshacerte del entumecimiento, debes someterte humildemente a la disciplina del solfeo, de las escalas, de la digitación, de la armonía. No se puede tocar sin regla. Cuanto más te pliegas a la regla más libre eres para interpretar e improvisar. si la regla no estuviera detrás, la trasgresión ya no serían placenteras. Si no hay regla no hay trasgresión. No hay fantasía posible. Ahora bien, quien dice que decide él, que no hay armonía ni destreza objetivas, quien piensa que moviendo anárquicamente sus dedos de estrangulador por el teclado lo hace igual de bien que Lipati o que Gould, destruye pura y simplemente el piano y su misma libertad.
Sergei Markarov
Sergei Markarov
sábado, 7 de enero de 2012
Trascendencia de lo fugaz
Por una flor como ésa, que apenas perdura, puedo imaginar que el mundo no sea finito, que todo sea más de lo que parece ser, que exceda no se sabe cómo sus límites aparentes. Sentir la belleza de una cosa, como lo hacemos sin que nada nos prepare y menos aún nos obligue a ello, es experimentar que resplandece más allá de sí misma; es experimentar, al final de los finales, que esa cosa abre algo, para no acabar ya nunca. [...] Por ella podría comenzar la reparación del cielo más alto. En la misma tierra, que ya no se abriría solamente a golpes de pala para tumbas.
Philippe Jaccottet. Et, néanmoins
Philippe Jaccottet. Et, néanmoins
jueves, 5 de enero de 2012
Epifanía del Señor 2012
¿De dónde vinieron a la Epifanía?
¿De Persia? ¿De Egipto? ¿De la India? Es en vano
cavilar. Vinieron de la luz, del Día,
del Amor. Inútil pensar. Tertuliano.
(...)
La madre miraba a su niño lucero
las dos bestias buenas daban su calor
sonreía el santo y viejo carpintero,
la niña estaba temblando de amor.
Ruben Darío. La rosa niña (frag.)
martes, 3 de enero de 2012
Confianza
Los unos pueden esperar su felicidad de sus riquezas o de sus talentos; otros se apoyan en la inocencia de sus vidas, el rigor de sus penitencias, el número de sus limosnas o el fervor de sus plegarias... para mí, Señor, toda mi confianza es mi confianza misma. Esta confianza no engaña jamás a nadie ... estoy entonces seguro de que seré eternamente feliz, porque espero firmemente serlo y porque es de Vos, Oh, mi Dios, de quien lo espero ... En tanto que yo espero, me mantengo a cubierto de todas las desgracias, y estoy seguro de esperar siempre, porque espero también esta esperanza invariable.
San Claudio de la Colombiére. Euvres, IV
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