Por una flor como ésa, que apenas perdura, puedo imaginar que el mundo no sea finito, que todo sea más de lo que parece ser, que exceda no se sabe cómo sus límites aparentes. Sentir la belleza de una cosa, como lo hacemos sin que nada nos prepare y menos aún nos obligue a ello, es experimentar que resplandece más allá de sí misma; es experimentar, al final de los finales, que esa cosa abre algo, para no acabar ya nunca. [...] Por ella podría comenzar la reparación del cielo más alto. En la misma tierra, que ya no se abriría solamente a golpes de pala para tumbas.
Philippe Jaccottet. Et, néanmoins
Philippe Jaccottet. Et, néanmoins
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