Para todo, primero buscamos y luego encontramos, mientras que si es de Dios, encontramos y luego nosotros buscamos.
Abdallah al-Ansarî
Creación Contracorriente
Por fe en el objeto de nuestro amor debemos entender la afirmación de ese objeto como existiendo en Dios y en ese sentido portando un significado infinito […] esa relación trascendental hacia el otro, esa transposición a la esfera divina, presupone la misma transposición y afirmación de uno mismo en la esfera absoluta. Reconocer un significado absoluto a otro rostro o creer en él (sin lo que no es posible un amor verdadero) sólo es posible afirmando a ese rostro en Dios y a mí mismo como teniendo en Dios el centro y raíz del mi propio ser.
Vladimir Soloviev. El sentido del amor
Con justa razón dice los santos que la que la meditación obra con trabajo y con fruto; la contemplación sin trabajo, con sosiego, paz, deleite y mucho mayor fruto. La meditación siembra y la contemplación coge; la meditación busca y la contemplación allá; la meditación rumia el manjar, la contemplación le gusta y se sustenta con él.
Aunque veas que se hunde el mundo, si no eres prelado, o corre por tu cuenta el negocio, callar y mas callar, y hacer cuenta, que en el mundo no hay más que tú y Dios.
Juan Falconi. Camino derecho para el cielo.
Es este inmortal instinto de la belleza lo que nos hace
considerar a la tierra y a sus espectáculos como un esbozo, como una
correspondencia del cielo. la sed insaciable de todo aquello que está más allá,
y que la vida revela, es la prueba más viva de nuestra inmortalidad. Es a la
vez por la poesía y a través de la poesía, por y a través de la música, como el
alma entrevé los esplendores situados tras la tumba; y cuando un poema
exquisito hace a venir las lágrimas al borde de los ojos esas lágrimas no son
la prueba de un exceso de gozo; son, más bien, el testimonio de una melancolía
irritada, de una postulación de los nervios, de una naturaleza exiliada y lo
imperfecto y que querría apoderarse inmediatamente, en esta misma tierra, de un
paraíso revelado.
Charles Baudelaire. L’art romántique
Dime ¿no caminas cada hora y cada instante sobre el hilo de
tu vida no tan grueso ni tan firme como una maroma, sino tan Delgado como el de
una araña, y aún más, y anda saltando y bailando sobre él? Ahí comes, ahí
duermes y ay descansas sin cuidado ni sobresalto alguno. Créeme que todos los
mortales somos volatines arriesgados sobre el Delgado hilo de una frágil vida,
con esta diferencia: que unos caen hoy, otros mañanas. Sobre él fabrican los
hombres grandes casas y grandes quimeras, levantan torres de viento y fundan
todas sus esperanzas. Admiraban ser de ver al otro temerario andar sobre una
gruesa y asegurada maroma y no se espantan de sí mismos, que restrinjan sobre
una, no cuerda sino muy loca confianza de una hebra de seda, menos, sobre un
cabello aún es mucho, sobre un hilo de araña aún es algo, sobre el de la vida
que aún es menos. De esto sí que deberían andar atónitos así que se le habían
de erizar los cabellos y más reconociendo el abismo de infelicidad donde los despeña el grave peso de sus muchos
yerros.
Baltasar Gracián . El Criticón