"El arte que trasciende, que ayuda a ver y encontrar al otro, que es expresión de la tradición y de la renovación de la fe y de belleza". Benedicto XVI

miércoles, 28 de abril de 2010

Sed inestinguible


Es este instinto inmortal de lo bello el que nos hace considerar el mundo y todas sus bellezas como un reflejo, como una correspondencia del cielo. La sed inextinguible de todo lo que está en el más allá y que revela la vida, es la prueba más viva de nuestra inmortalidad. Con la poesía y a través de la poesía, con la música y a través de la música, el alma intuye la luz que resplandece más allá de la tumba; y cuando una poesía perfecta hace brotar las lágrimas en los ojos, estas lágrimas no son signos de alegría excesiva, sino más bien índice de una melancolía profunda, de una exigencia nerviosa, de una naturaleza exiliada en lo imperfecto, que anhelaría poseer ya, en este mundo, un paraíso revelado.

Charles Baudelaire. Art Romantique

domingo, 25 de abril de 2010

La abolición de los fundamentos


La religión de un hombre es el hecho de mayor importancia con respecto al mismo.
Lo que un hombre en verdad cree y siente de corazón y tiene por concerniente a sus relaciones vitales con este misterioso universo, y su deber o destino en él, y que en todo caso es la cosa primordial para él y fundamentalmente determina todo lo demás.

Thomas Carlyle. Los Héroes

lunes, 19 de abril de 2010

El Pudor


La religiosidad profunda tiene también una especie de rubor, como todo sentimiento profundo. Cuanto más religioso es un hombre, menos ganas tiene de ostentar su religiosidad, de orar a gritos o de tocar trompetas (e invitar a los periodistas) cuando da limosna. El gran pudor de mostrar lo que hay de mejor en nosotros viene del miedo al manoseo, que lo estropea todo. Cuando un hombre tiene dones extraordinarios tiene un grandísimo deseo de parecer un hombre ordinario.

Leonardo Castellani. El Evangelio de Jesucristo

viernes, 16 de abril de 2010

La Adoración


Jesús sanaba a los enfermos para que escucharan su palabra y creyeran, pero en la actualidad ha desaparecido el segundo objetivo. Es suficiente con sanar y luego es como si Dios no fuese necesario. La curación y los milagros han dejado de ser una vía de acceso a la fe. Por otra parte, la religión se utiliza como una especie de técnica supe­rior de manipulación de la salud espiritual, psicológica o incluso física; se ha convertido en una terapia que nos salva y nos hace felices. Así, con gran énfasis en procedimientos de pacificación, concentración, meditación y cura­ción, la religión ha llegado a ser prácticamente una especie de técnica, en detrimento de la adoración, de la contemplación y del sentido de la virtud ofrecida a Dios. Es más bien un recurso, entre otros, para ser más feliz, y han perdido importancia el culto divino y la oración.


Bruno Forte. Entrevistado por Jaime Antúnez en Crónica de las ideas.

lunes, 12 de abril de 2010

A partir de la nada


Plantear la cuestión de Dios no es otra cosa, en últimas, que plantear la cuestión de la imaginación, interrogarnos sobre su naturaleza: la de esa fuerza que, a partir de nada, crea signos y significaciones, creencias y pasiones, instituciones y símbolos...; esa fuerza de la que quizá todo dependa y de la que el hombre moderno, como no podía ser de otro modo, también se pretende dueño y señor. Así lo cree este hombre que, mirando con condescendiente sonrisa a los signos y símbolos de ayer y de hoy, exclama burlón: “¡Bah, sólo son imaginaciones!”, mentiras pues.


Álvaro Mutis. Contra la Muerte del Espíritu

sábado, 10 de abril de 2010

Creación constante


¿Por qué, hombres de poca fe, hay que temer o rechazar el progreso del mundo? ¿Por qué multiplicar imprudentemente las profecías y las prohibiciones: “no vayáis..., ni intentéis..., todo lo conocido: la Tierra es vieja y está vacía: ya no se encuentra nada...”? Divinizar no es destruir, sino sobrecrear. Jamás sabremos todo lo que la Encarnación espera todavía de las potencias del Mundo. Nunca esperamos bastante de la creciente unidad humana


Pierre Teilhard de Chardin. Himno del Universo

viernes, 9 de abril de 2010

Materiales del espíritu


El arte, es lo que existe de común entre una sinfonía y una catedral, una estatua y un ánfora; es lo que hace equiparables entre sí la pintura y la poesía, la arquitectura o la danza.


Étienne Souriau. La Correspondencia de las Artes

jueves, 8 de abril de 2010

Chatarrería de novedades


Dan a la novedad el valor de la verdad, pero ignorantes y despreciadores de su propio pasado, con lo que ya se dice que en el fondo se despreciaban a sí mismos, porque no somos sino lo que le tiempo nos ha hecho. Y aunque se llamaban y se creían innovadores, su labor era puramente destructiva, porque solo se renueva lo que de la tradición recibimos.


Ramiro de Maetzu. Defensa de la Hispanidad

martes, 6 de abril de 2010

Comenzar a mirar


Salva al hombre, Señor, en esta hora
horrorosa de trágico destino;
no sabe adónde va, de dónde vino
tanto dolor, que en sauce roto llora.
Ponlo de pie, Señor, clava tu aurora
en su costado, y sepa que es divino
despojo, polvo errante del camino:
mas que Tu luz lo inmortaliza y dora.
Mira, Señor, que tanto llanto, arriba,
en pleamar, oleando a la deriva,
amenaza cubrirnos con la Nada.
¡Ponnos, Señor, encima de la muerte!
¡Agiganta, sostén, nuestra mirada
para que aprenda, desde ahora, a verte!


Blas de Otero. El Hombre de Hoy

domingo, 4 de abril de 2010

Pascua de Resurección 2010


EN EL SEPULCRO


¿Por qué te inquieta el frío,
el cardo, o los mustélidos
de tu sepulcro? ¿Acaso
estarás en él? Lo oscuro
te trastorna como a un niño
que olvida que mamá ahí cerca
junto a la alcoba cose, y oye
tu voz junto al quinqué.
Apagó la candela por que duermas.
¿Cómo te dejará tu Cristo
solo y amargo bajo tierra,
si Él ya probó este acíbar
por ti, crucificado y muerto?
¿Cómo se callaría sin decirte:
Ya puse el reloj muy de mañana,
verás qué hermosa, con su enredadera,
su desván y el cerezo gigante,
el río y los abedules, la otra casa.
Enseguida amanece, es un instante.
Arrópate y en un cerrar de ojos estaremos allí,
ya son las doce.

José Jiménez Lozano. Entre tantas devastaciones

viernes, 2 de abril de 2010

Vía Crucis 2010 (II)

Mategma


Vía Crucis. XII Estación

Jesus muere en la Cruz

¿Qué hizo el mortal? El día se oscurece,
del Gólgota en la cumbre solitaria
de Dios el hijo con baldón perece:
No alcéis por Él la mística plegaria
tras breve muerte romperá el sudario.



Vicente W. Querol . Poesías

jueves, 1 de abril de 2010

Via Crucis 2010 (I)

Marc Chagall


Via Crucis. XI Estación


Jesus es clavado en la Cruz

La cultura ha inventado innumerables sistemas de ejecución

la refinada fantasía poética de los legisladores

y el deseo de exhibición mundial de un escarmiento atroz

se han juntado al sadismo innato de las multitudes

dando origen al descoyuntamiento de todos los huesos

a la muerte de los desventrados los escaldados los degollados

los quemados vivos los ahogados en barro los enterrados vivos

ninguno de estos sistemas era bastante horrible ni refinado

para ejecutar al que lleva encima todos los delitos de la humanidad

los judíos solían lapidar quemar en la hoguera y decapitar

muertes ellas demasiado hermosas y breves para Jesús

piénsese en la belleza clásica de las hogueras a mediodía

eran los romanos quienes disponían del mejor sistema

una muerte sólo para esclavos y extranjeros viles

la crucifixión representaba para Cristo una síntesis providencial

el cuerpo clavado en cruz se contraía de pies a cabeza

se producía la tetanización general de la cabeza a los pies

las heridas previas y las consiguientes se inflamaban todas a una

los pulmones estallaban en la cabeza y ésta en el corazón

desde el punto de vista psíquico la angustia era intolerable

la abundante pérdida de sangre aseguraba de paso

una sed abrasadora que se sentía con todo el cuerpo

el cuerpo entero se convertía en su propia cruz

el tiempo del dolor era perfecto una muerte lenta

al caso se añadían detalles ornamentales de consideración

los perros acudían a beber la sangre del crucificado

los más ágiles saltaban incluso a morder sus pies

los infaltables niños tiraban piedras al blanco de su cabeza

y los propios buitres se atrevían a alimentarse del muerto vivo

sin duda la crucifixión era la muerte apropiada la única

para el sacerdote que quería sufrir todos los dolores del universo mundo

y morir todas las muertes en una sola.


José Miguel Ibañez Langlois. Libro de la Pasión