Jesús sanaba a los enfermos para que escucharan su palabra y creyeran, pero en la actualidad ha desaparecido el segundo objetivo. Es suficiente con sanar y luego es como si Dios no fuese necesario. La curación y los milagros han dejado de ser una vía de acceso a la fe. Por otra parte, la religión se utiliza como una especie de técnica superior de manipulación de la salud espiritual, psicológica o incluso física; se ha convertido en una terapia que nos salva y nos hace felices. Así, con gran énfasis en procedimientos de pacificación, concentración, meditación y curación, la religión ha llegado a ser prácticamente una especie de técnica, en detrimento de la adoración, de la contemplación y del sentido de la virtud ofrecida a Dios. Es más bien un recurso, entre otros, para ser más feliz, y han perdido importancia el culto divino y la oración.
Bruno Forte. Entrevistado por Jaime Antúnez en Crónica de las ideas.
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