"El arte que trasciende, que ayuda a ver y encontrar al otro, que es expresión de la tradición y de la renovación de la fe y de belleza". Benedicto XVI

miércoles, 27 de abril de 2011

Creer sin saberlo




Incluso quien no es creyente detecta espontáneamente el significado de la Basílica de San Pedro o de una cantata de Bach , de modo que un aprecio puramente estético de tales cosas requiere una consciente suspensión de la “increencia”


James Hitchcock. Columns

domingo, 24 de abril de 2011

Pascua de Resurrección 2011

Bramantino



Seguidme a donde nunca muere el día,
pues vuestra vida está en la muerte mía.




Francisco de Quevedo. A Cristo Resucitado. Poema heroico. (frag.)

viernes, 22 de abril de 2011

Via Crucis 2011 (II)

Zurbaran




IX Estación


Jesus cae por terecera vez


Ya caíste una, dos veces,
la rota túnica pisas
y aún entre mofas y risas
tendido a mis pies te ofreces.
Yo no sé a quién me pareces,
a quién me aludes así.
No sé que haces junto a mí,
derribado con tu leño.
Yo no sé si ha sido un sueño,
o si es verdad que te vi.


Y yo caigo una, dos, tres,
y otra vez más, y otra, y tantas.
Siempre tus espaldas santas
me sirvieron de pavés.
Ahora siento bien cual es
la razón de tus caídas.
Sí. Porque nuestras vencidas
almas no te tengan miedo
caes, oh humilde remedo,
y a abrazarte las convidas.


Gerardo Diego. Via Crucis

miércoles, 20 de abril de 2011

Via Crucis 2011 (I)

"Ecce Homo" Honore Daumier, 1852



I Estación


Jesús es condenado a muerte

Llegada la mañana todos los príncipes, los sacerdotes, los ancianos del pueblo, tuvieron consejo contra Jesús para matarlo, y atado lo llevaron al procurador Pilato (Mt 27, 1-2) El pequeño niño que tiene hambre, que se come su pan pedacito a pedacito porque teme que se termine demasiado pronto y tenga otra vez hambre. Esta es la primera estación del calvario.



Teresa de Calcuta. Con motivo de la clausura del Congreso Eucarístico Internacional de 1976

miércoles, 13 de abril de 2011

Escuchar el cielo


Si alguna vez, en la serenidad de la noche, al fijar tu mirada en la indecible be­lleza de los astros, has pensado en el artífice del universo, preguntándote quién será el que ha bordado con tales flores el cielo, mientras en el mundo corruptible las pe­nas dominan sobre la dicha; o si, cuando brilla la luz, has observado con espíritu atento las maravillas del día ... , entonces vienes preparado para escuchar. .. ¡Ven, pues!

San Basilio. Homilía sexta sobre el Examerón

martes, 12 de abril de 2011

La historia por escribirse



La revelación se da no al comienzo, sino al final de la historia revelante.



Wolfhart Pannenberg. Offenbarung als Geschichte.

domingo, 10 de abril de 2011

Buscar en la tormenta


¡Oh, Señor! Si la sombra no deshaces

y en mi alma arrojas luminosos haces,

como un sol en obscuro firmamento,

haz que sienta en mi espíritu moroso

primero la tormenta que el reposo,

primero que el hastío...¡el sufrimiento!


Julián del Casal. Oración (fragmento)

jueves, 7 de abril de 2011

Polvo al viento



¿Qué se saca d'aquesto? ¿Alguna gloria?

¿Algunos premios o agradecimiento?

Sábralo quien leyere nuestra historia:

vérase allí que como polvo al viento,

así se deshará nuestra fatiga

ante quien s'endereza nuestro intento.


Garcilaso de la Vega. Elegía I

martes, 5 de abril de 2011

Los halagos de la Muerte

¿Quins tan segurs conseIls vas encercant,

cor malastruch, enfastijat de viure

amich de plor e desamich de riure,

com soferràs los mals qui·t són davant?

Acuyta't, donchs, a la mort qui·t espera,

e per tos mals te aIlongues los jorns;

aytant és lluny ton delitós sojorns

com vols fugir a la mort falaguera.


¿Qué consejos tan seguros vas buscando, cora­zón desventurado, enojado de vivir? Amigo del llanto y enemigo del reír, ¿cómo sufrirás los males que te han de llegar? Apresúrate, pues, a la muerte que te espera, y para tus males te alargas los días. Tan lejos está tu deleitoso descanso como quieras huir de la Muerte halagadora.


Ausias March. Obra poética. XI.I

domingo, 3 de abril de 2011

Una alegría inesperada


El hombre contemporáneo, que ha caído en la cuenta del valor de su consistencia propia y esto hasta el callejón sin salida del ateísmo, tiene, por lo mismo, una oportunidad de poder vol­verse libremente hacia Dios, no principalmente por indigencia, por ta­par los agujeros de una naturaleza humana que falla, sino sencillamen­te porque el amor libre de Dios merece la pena de ser amado y porque allí se encuentra, para el hombre, el secreto de una alegría inesperada.


André Leonard. Pensamiento contemporáneo y fe en Jesucristo