"El arte que trasciende, que ayuda a ver y encontrar al otro, que es expresión de la tradición y de la renovación de la fe y de belleza". Benedicto XVI

miércoles, 29 de noviembre de 2017

El que es

En aquel momento viví en todas las cosas, y las cosas todas entraron y vivieron en mí. Percibir una cosa suponía conocer su vida y la mía a la vez, saber de donde venía y dónde tenía su morada, saber que todos somos lo que somos porque hay Otro que es lo que es.

George MacDonald

viernes, 24 de noviembre de 2017

La bendición


No percibió al Dios: halló sus obras;
no tenía pensamiento: expiraron en medio del goce.
Jamás la alabanza ni el ruego habían profanado esa hora,
así que él no rezó, ni dió gracias:
su propia mente servía como ofrenda al poder
que lo creó. No había nada, sino la bendición y el amor

William Wordsworth. El vendedor ambulante

martes, 21 de noviembre de 2017

¿Por qué existe todo esto?


La probabilidad de que Dios exista no es sin embargo menor a la probabilidad de que el universo entero fuese creado según las explicaciones científicas que tenemos. La vida es un milagro gigantesco; nos acercamos a las explicaciones científicas, pero una pregunta siempre permanece: «¿Por qué existe todo esto». Y aquí, ¡yo creo en Dios!

Gerhard Ertl. Entrevista para el Worcester Telegram

domingo, 19 de noviembre de 2017

Recibir


En este espiritu, la oración no es un ejercicio de pensamiento o de palabra, sino de escucha y de apertura. En última instancia, solo puedes conocer a Dios a través de Dios, como Amor siempre inalcanzable. Es en la oración donde tú permites a Dios actuar y hacerse real, más allá de tu comprensión o de tus pequeños planes. Vas cayendo gradualmente en la cuenta de que tu vida interior no es la medida de Dios. Nosotros no somos el punto de partida de la oración; lo es Dios. Y lo mismo puede afirmarse de la fe. Aprendes que la plenitud procede de recibir, más que de construir o esforzarte.

Hans Urs von Balthasar.

jueves, 16 de noviembre de 2017

El sentido de la vida


Creer en Dios significa entender la cuestión acerca del sentido de la vida.
Creer en Dios significa ver que los hechos del mundo no lo explican todo.
Creer en Dios significa ver que la vida tiene un sentido.

Ludwig Wittgenstein. Notebooks

lunes, 13 de noviembre de 2017

Fuente de la belleza



¡Solo tú eres bello, Jesús,Señor! Y has increpado al mundo con esa tu belleza. Y eso cuando el mundo, en verdad, es de Dios.

Vasili Rózanov. El apocalipsis de nuestro tiempo

miércoles, 8 de noviembre de 2017

Los celestiales harapos


Cargado con el insoportable peso de la cruz,
el Dios celestial, vestido con harapos
salió a bendecirte a ti toda
natal tierra.

Fiodor Tiútchev. Del poema "Estas pobres aldeas"

lunes, 6 de noviembre de 2017

La tierra en llamas


Dios está vivo y mucho más presente de lo que piensan algunos. El abandono, la soledad radical de Cristo en la cruz ha dado su fruto. Parece como si tuviéramos ojos solo para lo negativo. Pero la fuerza del crucificado ha incendiado la tierra y su Espíritu realiza en lo oculto de cada uno su labor. Tenemos que limpiar nuestra mirada y aprender a ver. Nos sorprenderemos y no podremos acallar un grito incontenible de alabanza.

Pedro Arrupe. La Iglesia de hoy y del futuro

sábado, 4 de noviembre de 2017

El trabajo y el reposo


Si  trabajas en las obras de Dios, el sudor será como pomada aromática, y tu descanso, como el reposo de Dios: tendrás esfuerzo laborioso en la transpiración de una buena conciencia, y guardarás el día santo en la tranquilidad y la libertad de las más dulces contemplaciones, pero si tú aspiras a los actos gloriosos de los hombres, tu trabajo será acompañado de dolor y contienda, y tu memoria será seguida de disgustos y reproches; hazlo así, y eso te sucederá.

Francis Bacon. Meditationes Sacrae

jueves, 2 de noviembre de 2017

Festividad de los Fieles Difuntos 2017


Los muertos que tienen como Señor al que volvió a la vida, ya no están muertos, sino que viven, y la vida los penetra hasta tal punto que viven sin temer ya a la muerte

San Anastasio de Antioquía. Sermón 5