"El arte que trasciende, que ayuda a ver y encontrar al otro, que es expresión de la tradición y de la renovación de la fe y de belleza". Benedicto XVI

martes, 19 de octubre de 2010

Los frutos amargos


Las congojas y fatigas de que está sembrada toda esta vida miserable, y la fruta que en este valle de lágrimas y destierro nuestro cogemos, pues necesariamente habemos de gustar y comer della, y esto no se puede ex­cusar, de tal manera comamos, que no nos empezca su amargura, ni nos quede dentera de tan desabrido manjar, sino que lo desabrido se nos haga sabroso, y dulce lo amargo, y suave lo áspero, y fácil y llevadero lo dificultoso é insufrible.


Pedro de Rivadeneira. Tratado de la tribulación.

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