"El arte que trasciende, que ayuda a ver y encontrar al otro, que es expresión de la tradición y de la renovación de la fe y de belleza". Benedicto XVI

jueves, 11 de noviembre de 2010

La abolición de los designios


En cada uno de nosotros hay una voz que pregunta insistentemente. Se nos ha arrancado de nuestra fe en otra vida, de la inmortalidad de un yo al que amamos y detestamos más que a cualquier otra cosa, y esta amputación no ha cicatrizado nunca. Morir en una trinchera, o mártir de la ciencia, procura alguna compensación, ¿pero el hombre que es atropellado por un tranvía o el niño que se ahoga? El hombre de los tiempos góticos tenía una respuesta para esta pregunta. Lo que en apariencia era un accidente se integraba en un designio superior. la suerte no era ciega: las tempestades, los volcanes, los diluvios, la peste, todo obedecía, a un misterioso designio.


Arthur Koestler. El yogui y el comisario

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