El ateismo es un concepto negativo: la negación de Dios. Como negación que es, se determina por aquello que niega. Presupone ya un concepto o una representación de Dios, cuya realidad niega. El ateismo “moderno” (de los siglos XVIII al XX) aparece y vive dentro del espacio cristiano. Así como toda la filosofía de la edad moderna tiene como trasfondo la fe cristiana, así sucede también con el ateismo más moderno. Cuando niega a Dios, se está refiriendo al Dios de la fe Cristiana. Es en este sentido (por paradójico que parezca) un ateísmo “cristiano”, es decir, un ateismo que vive en el espacio vital y bajo las condiciones de la fe cristiana, pero en contradicción con su Dios.
Emerich Coreth. Dios en la historia del pensamiento filosófico.
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