"El arte que trasciende, que ayuda a ver y encontrar al otro, que es expresión de la tradición y de la renovación de la fe y de belleza". Benedicto XVI

miércoles, 15 de abril de 2009

La Fe como disidencia


El fundamentalismo resulta de la ruptura de un compromiso secular entre lo religioso y el humanismo antirreligioso. De esa ruptura , es el humanismo antirreligioso el responsable. Abraza doctrinas que comienzan por el aborto, que se siguen por las manipulaciones genéticas y que abocarán mañana , sin duda, a formas de eutanasia perfectamente aceptadas. En algunas decenas de años, más o menos, se habrá transformado al hombre en una repugnante maquinita para gozar, liberada del dolor e incluso de la muerte, es decir, de todo lo que estimula a los hombres, paradójicamente, a aspirar a aquello que sea noblemente humano, y no solamente a la trascendencia religiosa.

Los fundamentalistas defienden a menudo tesis que deploro, pero un resto de salud espiritual les hace presentir el horrible campo de concentración bien acolchado y mullido que las burocracias condescendientes nos preparan, y su rebelión me parece más respetable que nuestra somnolencia. En una época en la que todo el mundo alardea de disidencia y marginalidad, dando muestras de una docilidad mimética pasmosa, los fundamentalistas son auténticos disidentes.

René Girard. “Cuando empiezan a suceder estas cosas”


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