Pero él me había llamado
y en mi mo estaba ya sino seguirle.
(...)
Así pedí en silencio, como se pide
a Dios, porque su nombre,
más vasto que los templos, los mares, las estrellas,
cabe en el desconsuelo del hombre que está solo,
fuerza para llevar la vida nuevamente.
(Fragmentos del poema Lázaro)
Luís Cernuda. Las Nubes.
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