"El arte que trasciende, que ayuda a ver y encontrar al otro, que es expresión de la tradición y de la renovación de la fe y de belleza". Benedicto XVI

martes, 30 de septiembre de 2025

Los bienes y las penas




Dios formó lindas las flores,
Delicadas como son—
Les dio toda perfección
Y cuanto él era capaz—
Pero al hombre le dio más
Cuando le dio el corazón.


Le dio claridad a la luz,
Jueza en su carrera al viento,
Le dio vida y movimiento
Desde el águila al gusano—
Pero más le dio al cristiano
Al darle el entendimiento.

(...)

Pero tantos bienes juntos
Al darle, malicio yo
Que en sus adentros pensó
Que el hombre los precisaba,
Pues los bienes igualaban
Con las penas que le dio.

José Hernández. El Gaucho Martín Fierro

sábado, 27 de septiembre de 2025

La lumbre

 


Vinieron los ángeles

y me dijeron al oído:

-Mira el relámpago

en la nube oscura.

El mundo estaba abajo

con mis ojos absortos en un plato

de ramajes umbríos y de frutas,

y vi caer del cielo aquella lumbre

sobre el pan de la mesa.

Vicente Gerbasi. EL Pan

jueves, 25 de septiembre de 2025

Un Dios que sabe




Con qué piedras qué sangre qué metal

y qué luz fuimos hechos

aunque tengamos la apariencia de una simple nube

y nos lapiden y nos llamen visionarios

cómo pasamos nuestras noches y nuestros días

sólo un dios lo sabe.


Odysseas Elytis

martes, 23 de septiembre de 2025

Elogio a la Nada




Mi centro es la nada, es un verdadero lugar de paz.
La impostura y el error nunca se encuentran allí.
Cuando no quiero nada, el enemigo se retira,
No sabe dónde atraparme, no sabe qué decirme.
Cuando quiere razonar, no le escucho,
Cuando halaga mis sentidos, sé mantenerme humilde.
¡Qué hermosa es la nada! Qué dulce y tranquila.
La nada me hace ver que soy inútil,
Que no tengo nada bueno y que no puedo hacer nada;
Que no tengo en mí ni fuerza ni apoyo;
Que todo mi ser humano no es más que un flujo de inconstancia.
Así, Dios se revela mejor como mi única ayuda.
Es un gran favor que me dirija una mirada.
Si no me da nada, la nada es mi parte;
A menudo pasa toda la hora de la oración,
Sin que sienta en mí ningún deseo ni pensamiento;
Si me viene alguno, es un rasgo de su benignidad,
Así veo su gracia y mi indignidad.
Cuando estoy, estéril, en un retiro completo,
Mi nada me sirve de atractivo y de luz,
Y me regocijo con un impulso de fe
En que todo bien se encuentra en Dios, y la nada en mí.
Déjame mi nada, disfruta de tu ser,
Señor, todo mi descanso es conocerme bien.
Vos no sois más que grandeza, gloria y bondad,
Y yo nada por naturaleza, y nada por voluntad.
A vos solo todo homenaje, a vos solo toda gloria,
Y yo, de mi nada, aprecio el recuerdo.
Dios, vivid en vos mismo, y yo en mi nada,
Que yo sea siempre pequeño, y mi Dios siempre grande.

François Malaval. L'amour de son néant

Mon centre est le néant, c'est un vrai lieu de paix.
L'imposture et l'erreur ne s'y trouvent jamais.
Lorsque je ne veux rien, l'ennemi se retire,
Il ne sait où me prendre, il ne sait que me dire.
Quand il veut raisonner, je ne l'écoute pas,
Quand il flatte mes sens, je sais me tenir bas.
Que ce néant est beau ! qu'il est doux et tranquille.
Ce néant me fait voir que je suis inutile,
Que je n'ai rien de bon, et que je ne puis rien ;
Que je n'ai de mon fonds ni force ni soutien ;
Que tout mon être humain n'est qu'un flux d'inconstance.
Ainsi Dieu parait mieux mon unique assistance.
C'est beaucoup de faveur qu'il me lance un regard.
S'il ne me donne rien, le néant est ma part ;
Souvent de l'oraison toute l'heure est passée,
Que je ne sens en moi ni désir ni pensée ;
S'il m'en vient, c'est un trait de sa bénignité,
Ainsi je vois sa grâce, et mon indignité.
Lorsque je suis, stérile, une retraite entière,
Mon néant me tient lieu d'attrait et de lumière,
Et je me réjouis par un élan de foi
Qu'en Dieu tout bien se trouve, et le néant en moi.
Laissez-moi mon néant, jouissez de votre être,
Seigneur, tout mon repos est de me bien connaître.
Vous n'êtes que grandeur, que gloire et que bonté,
Et moi rien par nature, et rien de volonté.
À vous seul tout hommage, à vous seul toute gloire,
Et moi de mon néant je chéris la mémoire.
Dieu, vivez dans vous-même, et moi dans mon néant
Que je sois toujours bas, et mon Dieu toujours grand.

domingo, 21 de septiembre de 2025

Más cerca de mi




El vendedor de helados
canta,
los chicos corren,
en la calle.

En esta pieza
yo siento
que si me mantengo vivo
a pesar
de toda mi iniquidad
es porque Dios está
de mi mismo más cerca
que yo mismo.

El vendedor de helados
blasfema
y lo chicos huyen:
es evidente que,
de algún modo.
lo han ofendido.

H.A. Murena. El escándalo y el fuego


domingo, 14 de septiembre de 2025

El Buen Compañero




Me han visto curar ustedes a cojos y ciegos,
y despertar a los muertos,” dice él;
“Verán algo que todo lo ha de superar:
cómo muere un hombre colgado de un árbol.”

Era un hijo de Dios nuestro Buen Compañero,
que pidió que fuéramos sus hermanos.
Lo he visto acobardar a un millar de hombres.
Lo he visto en el árbol de la horca.

No lanzó ni un grito cuando hundieron los clavos
y la brotó la sangre, caliente y libre;
aullaron los sabuesos del cielo escarlata
pero él no lanzó ni un grito.

Lo he visto acobardar a un millar de hombres
en las sierras de Galilea;
gemían mientras él caminaba calmo entre ellos,
con sus ojos grises con el gris del mar,

como el mar que repele a los viajeros
con sus vientos desatados y libres,
como el mar en Genesaret
cuando él pronunció de pronto dos palabras.

Un señor de los hombres era el Buen Compañero,
camarada del mar y del viento.
Si ellos creen que han matado al Buen Compañero,
son tontos para la eternidad.

Lo he visto comer miel de los panales
después que lo clavaron al árbol.

Ezra Pound. The Ballad of the Goodly Fere (Frag.)

viernes, 12 de septiembre de 2025

Plegaria de la angustia

 


Místicos y sociales son los artistas. El arte, es el grito trágico del hombre que se dirige a la divinidad  y que espera el cielo no esté vacío puesto que ese grito es en suma una plegaria de angustia.

Eugéne Ionesco. El hombre cuestionado

miércoles, 10 de septiembre de 2025

La total entrega




Me doy, digan los Religiosos, me entrego, me vacío, me nulifico, todo lo entrego: de todo me despojo: entrego todas las personas, todos los afectos; devuelvo al Señor todo cuanto de El he recibido, con todos sus dones, y gracias: doy mi cuerpo, mi alma, mi vida, mis sentidos y mis potencias, mis sentimientos y palpitaciones y hasta mi eternidad. Esto es el despojo de la Pobreza. Y al despojarse se siente una gran hambre de más pobreza; porque las virtudes participan de aquella hambre y sed insaciable de Dios, que nunca se satisface, siempre anhelando el alma aquel inmenso y Eterno Bien. Las virtudes son unas emanaciones del mismo Dios y tienen la misma propiedad de ser infinitas.

Concepción Cabrera de Armida. De las virtudes y de los vicios

viernes, 5 de septiembre de 2025

Mi sangre de ellos sea








Señor si Tú lo crees, que yo aún no he dado
lo bastante a la vida, y que ya a la sazón
Hubiera yo podido ser nutriz y blasón,
De este mi pobre siglo y que lo he desdeñado.

Señor si Tú lo crees que yo llevo heredado
La gracia de tu espíritu; y que con mi eslabón
Su engranaje ajustare, cadena en rebelión
Del humano que todo, todo lo ha denigrado.

Señor si Tú lo crees, que las gotas de oro
Al humano no bastan; y que así yo demoro
La redención sublime de paz, gloria y amor.

¿Qué les abra mis venas, mi sangre de ellos sea.
Les injerte mi espíritu, les nutre mi idea,
Y que dé en holocausto mi vida que está en flor?

¡Señor si Tú lo pides, así sea Señor!

María Raquel Adler

martes, 2 de septiembre de 2025

Libre de uno mismo




La humildad es ser libre de uno mismo. Quien se engrandece parece no haber encontrado nada más interesante que sí mismo. Pero quien ha comprendido que es muy valioso a los ojos de Dios, tiene cosas más grandes de las que gloriarse y posee una dignidad que brilla por sí sola.

León XIV