"El arte que trasciende, que ayuda a ver y encontrar al otro, que es expresión de la tradición y de la renovación de la fe y de belleza". Benedicto XVI

lunes, 14 de marzo de 2016

Hablar con Dios y hablar sobre Dios




Meditar no es un estudiar o un seguir ideas estimulantes, enriquecer la mente con principios o discutir sobre temas sagrados. Cada uno ha de amar situarse ante Dios en sencillez y pobreza, dispuesto a acoger sus divinas mociones.

No basta dialogar con otros sobre temas espirituales y tampoco enseñar a otros las cosas divinas, para que podamos creer que hemos realizado una auténtica meditación. De hecho, es muy distinto hablar con Dios que hablar sobre Dios. La experiencia de lo divino, adonde apunta la meditación-contemplación, supone un diálogo de todo el ser humano con El.  

Aldo Aluffi. El Evangelio de cada día


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