"El arte que trasciende, que ayuda a ver y encontrar al otro, que es expresión de la tradición y de la renovación de la fe y de belleza". Benedicto XVI

lunes, 12 de julio de 2010

Sabiduría para todos


La fuerza de la sabiduría divina es tanta que, introducida en el corazón humano, expulsa de un solo gol­pe a la estulticia, madre de los delitos; y, para conseguir esto, no son necesarios ni el dinero, ni los libros, ni las elucubraciones. Esto se consigue gratis, con facilidad y rápidamente, con tal de que los oídos estén abiertos y el corazón tenga sed de sabiduría. Que nadie tenga miedo: nosotros no vendemos el agua ni ofrecemos el sol a cam­bio de dinero. La fuente divina es fecundísima; se ofrece llena a todos; y la luz divina sale para todos los que tienen ojos. ¿Qué filósofo ofreció esto o puede ofrecerlo, si tiene voluntad de hacerlo? Los filósofos, a pesar de haber pasado toda su vida en el estudio de la filosofía, no pudie­ron, ante la mínima oposición de la naturaleza, hacer me­jores a otros, ni tampoco a sí mismos.


Lactancio. Instituciones divinas. Libro III

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