Ese profeta fue un hombre sensible en inexorable contradicción con su mundo y con su época. Fue un hombre tímido, al que no doblegaron los evidentes errores imperantes en esta tierra ni los cometidos por los soberanos poderosos , pues no obedecía a nadie más que a la voz de Dios que le hablaba dentro de él y a él.
Franz Werfel. Escuchad la Voz
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