Dos leyes bastan para concertar todas la república cristianas mejor que todas las leyes políticas: el amor de Dios y el del prójimo.
Cosa horrorosa es ver que todo lo que poseemos pasa sin cesar; y que seamos capaces de aficionarnos a eso mismo, sin cuidado de buscar algo menos mudable.
El hombre está dispuesto siempre a negar todo aquello que no comprende.
Solo conozco dos tipos de personas razonables: las que aman a Dios de todo corazón porque le conocen, y las que le buscan de todo corazón porque no le conocen.
Blaise Pascal. Pensamientos
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