Fatíganse estos hombres por hacer sabio al mundo, pero el mundo, cuanto ellos más se fatigan, levantan más vapores de desprecio o escarnios con que atormenta y oscurece.
Cuantos elogios puede pronunciar el mundo no harán mover un brazo a un muerto, del sueño en que está no lo despertarán cuantas voces puede dar el aplauso de la tierra.
Juan de Zabaleta. Errores celebrados
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