Verdaderamente era aquel el rostro de un hombre recién
descendido de la Cruz, es decir conservando todavía un algo de calor y de vida,
cuando el rigor de la muerte aún no había conseguido darle su terrible rigidez,
y con una expresión de sufrimiento tal, que parecía sentir el dolor en su carne.
La cara estaba pintada con mucho realismo. Así debe ser la de cualquier cadáver
de un hombre que haya sufrido tanto. Yo sé que la iglesia estableció ya desde
los primeros siglos de su existencia, que Cristo sufrió realmente una terrible
agonía, y que la Pasión no es símbolo
sino verdad.
Fedor Dostoiewski. El Idiota
No hay comentarios:
Publicar un comentario