martes, 15 de abril de 2025
Semana Santa 2025 (I)
Falta poco para ese lugar que llaman Calvario.
Despedirme me angustia más de lo debido.
¿He estado mucho entre los hombres o demasiado poco?
¿Hice muy mío lo terreno o lo he evitado?
La nostalgia de ti ha sido continua y fuerte,
pronto nos reuniremos en la sede eterna.
Padre no juzgues
este hablar mío humano, casi delirante,
tómalo como un deseo de amor,
no repares en su insensatez.
Vine a la tierra para hacer tu voluntad
aunque alguna vez haya vacilado.
Sé indulgente con mi debilidad, te lo ruego.
Cuando nos reunamos en el Cielo
se habrá consumado una gran prueba
que no se pierde en la memoria de la eternidad.
Pero ahora, en este estado humano de flaqueza,
voy hacia ti, compréndeme, en mi debilidad.
Me toman, me alzan en la cruz plantada sobre la colina,
ahí Padre, me clavan las manos y los pies.
Aquí termina verdaderamente el camino.
La deuda de la iniquidad ha pagado a la iniquidad.
Pero tú conoces este misterio. Tú solo.
Mario Luzi. Del Via Crucis compuesto por invitación de Papa Juan Pablo II para la ceremonia del Viernes Santo de la Pascua (2003)
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