Ya Dios mismo comienza
a correr nuestra suerte.
y a explicar el dolor,
y la vida y la muerte,
y a dar sentido a un mundo.
que sin Él no lo tiene,
que sin Él es absurdo.
y se acaba y se pierde.
Mario Míguez. Creéis que llora en vano
Creación Contracorriente
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