A mí llegas... ¿De dónde?
¿Qué lejano huracán enamorado
tu tempestad esconde?
¿Qué nimbo desangrado
llueve del manantial de tu costado?
Nuestro huerto te espera
guarecido en mis ramas y aterido.
Abre tu primavera
y sea por completo florecido
en consecuencia de tu sementera.
María Dolores de Pablos. Señor de la perfecta soledad
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