¡Lo más humano es lo más divino! Nuestra realidad humana, nuestra vida provisional e inacabada, nuestro enigma son los lugares teológicos… Creo que es un engaño reducir la mística y experiencia de lo sagrado al interior de un discurso de las religiones. Lo sagrado es indisociable de lo humano; de lo humano más anónimo, más ordinario, más común, más banal. Me interesa mucho recuperar la dimensión de lo sagrado para la vida cotidiana y entrar en una mística de ojos abiertos, no una mística de interioridad y ojos cerrados. Me interesa una mística capaz de confrontar con la dimensión, también dramática, de la propia existencia humana.
miércoles, 1 de marzo de 2017
Lo común de lo sagrado
¡Lo más humano es lo más divino! Nuestra realidad humana, nuestra vida provisional e inacabada, nuestro enigma son los lugares teológicos… Creo que es un engaño reducir la mística y experiencia de lo sagrado al interior de un discurso de las religiones. Lo sagrado es indisociable de lo humano; de lo humano más anónimo, más ordinario, más común, más banal. Me interesa mucho recuperar la dimensión de lo sagrado para la vida cotidiana y entrar en una mística de ojos abiertos, no una mística de interioridad y ojos cerrados. Me interesa una mística capaz de confrontar con la dimensión, también dramática, de la propia existencia humana.
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