El nuevo mundo se
da en todas partes donde los hombres aprenden a vivir efectivamente
en la fe y, por tanto, también en una auténtica comunión.
Por eso los dones del Espíritu son sobre todo aquellos que hacen
posible la vida común: la caridad, pero también el gozo, el poder
mantenerse en paz, la longanimidad que ve ecuánimemente las
cosas, la afabilidad, la bondad, la fe, que no cede a los demás, la
mansedumbre, que no juzga, la templanza. Donde este nuevo
mundo del Espíritu vive, ya no se necesita ninguna ley
Eduard Schweitzer. El Espiritu Santo
No hay comentarios:
Publicar un comentario