"El arte que trasciende, que ayuda a ver y encontrar al otro, que es expresión de la tradición y de la renovación de la fe y de belleza". Benedicto XVI

jueves, 26 de mayo de 2016

Encarnar valores


La enseñanza católica no es cualquier enseñanza privada. Quiere ser la encarnación de valores que adquieren hoy todo su alcance polémico frente a las derivas del individualismo contemporáneo, que producen estragos particularmente en el ámbito educativo. Ningún laico, insisto, puede permanecer insensible a esta interpelación. Estos valores, provenientes de la religión cristiana, pero que tienen sentido para los que están fuera de la religión se resumen en una palabra: humanismo. Nos damos cuenta de que debemos repensarlo en función de la presión del naturalismo en el que se prolonga el individualismo. La tradición educativa cristiana, en lo que todavía tiene de vitalidad, nos es de una gran ayuda en este terreno. El hombre no es un ser natural y es lo que da su sentido a la educación. Ésa es la noción capital, cuyo guardián resulta ser hoy la ense­ñanza católica.

Marcel Gauchet. El desencantamineto del mundo

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