El ser de Dios florece socialmente ...
como comunidad
que vibra, que vive,
rica en relaciones ...
¡En todo caso, nada de un autócrata solitario,
y en modo alguno un ídolo o un tirano!
Una comuna de relaciones, más bien,
uno para el otro,
"torrente de amor que juega de manera triple"...
Me edifica, en todo caso,
pensar a Dios como multiplicidad de relaciones,
como co-determinación, como socialidad
que parte, participa, comparte con otros:
"La divinidad entera juega
su eterno juego de amor"..
Kurt Marti. Die gesellige Gottheit
No hay comentarios:
Publicar un comentario