El mundo contemporáneo ha dado un rodeo por el desierto de
la secularización, y se han ido eliminando algunos ídolos, productos de otras
épocas, que distorsionan la imagen de Dios. En este nuevo contexto, se está
despertando la sed de trascendencia. De momento, son las técnicas de meditación
orientales, las terapias alternativas y los nuevos productos religiosos
norteamericanos los que están saciando parcialmente esta sed. Su éxito se debe
a que, frente a cierto déficit de experiencia en la religiosidad institucional,
estas nuevas formas enseñan técnicas que inducen a la vivencia interior.
Josep Otón Catalán. Debir, el santuario interior
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