El fanatismo es idolatría. Un fanático adora algo que es creación
de su propio deseo, y así aun su abnegación en apoyo de ese algo es sólo una
abnegación aparente, pues es hacer que las partes de su naturaleza o de su
mente que menos estima ofrezcan
sacrificio a las que estima más.
Thomas Arnold. La interpretación de las Escrituras
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