Si la razón sacrifica sus estructuras formales y, con ellas, su poder crítico, el resultado no es una sentimentalidad vacía sino la ascensión demoníaca de las fuerzas antirracionales, que a menudo están apoyadas por todos los instrumentos de la razón técnica. Esta experiencia induce a los hombres a la búsqueda de la reunión de la forma y de la emoción. Es la búsqueda de la revelación. La razón no se opone a la revelación. Requiere la revelación, ya que la revelación significa la reintegración de la razón.
Paul Tillich. Teología sistemática.
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