"El arte que trasciende, que ayuda a ver y encontrar al otro, que es expresión de la tradición y de la renovación de la fe y de belleza". Benedicto XVI

martes, 12 de febrero de 2013

Satisfacciones del infierno


El fuego del infierno es el deseo del éxito; las potencias despiertan el deseo, y permiten a los condenados conseguir el objeto de sus anhelos. Pero cuando se ha llegado a la meta y los deseos se han cumplido, todo aparece como desprovisto de valor.  ¡Y la victoria es nula! Vanidad de vanidades, nada más que vanidad. Entonces, tras la primera decepción, las potencias avivan el fuego del deseo, y el de la ambición, no es ya el apetito insatisfecho lo que más atormenta, sino la ambición saciada que inspira disgusto hacia todo. Por eso el demonio sufre pena infinita, porque obtiene al instante cuanto desea, de modo que no puede gozar nada.

August Strindberg. Inferno

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