La poderosa soledad se alegra
de ver las luces que su noche integra
¡Un cielo enorme que alojarla puede!
Y un goce primitivo, una alegría
de paraíso abierto se sucede.
Algo de Dios al mundo escalofría.
Carlos Pellicer. Sonetos de Esperanza
No hay comentarios:
Publicar un comentario