¡Oh Dios! ¡Oh Dios! ¡Si fuera posible
deshacer lo ocurrido, llamar atrás al ayer!
¡Si el tiempo pudiera volcar su veloz reloj de arena
para desdecir los días y redimir esas horas!
¡O si el sol pudiera, levantándose desde el oeste,
tirar atrás de su coche,
quitar de la cuenta del tiempo tantos minutos
hasta que hubiera retirado otra vez esos tiempos,
esos minutos y lo que en ellos se hizo,
desde su primera culpa, para que la pudiera recibir
inmaculada como un ángel en mis brazos!
Thomas Heywood. A woman killed with kindness
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