"El arte que trasciende, que ayuda a ver y encontrar al otro, que es expresión de la tradición y de la renovación de la fe y de belleza". Benedicto XVI

sábado, 27 de junio de 2009

Alma adentro


Y ¿Por qué no se cree, Nicodemo? ¿Por qué unos se rebelan contra la fe que dicen se les impone, otros fingen tan sólo creer, creen otros que creen sin creer de veras, y hay quienes aseguran que quieren creer sin lograrlo? ¿Por qué no se cree, Nicodemo? O más bien, ¿por qué se cree? “La luz vino al mundo – te dice Jesús a solas – y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, por que sus obras eran malas”. He aquí por qué no creen; por que sus obras eran malas.

¿Crees acaso que la bondad, la íntima bondad, no es luz más clara y penetrante que la razón? Con está, si es poderosa, puede el hombre, aunque sea malo comprender y abarcar el mundo temporal, llegar a las razones de las cosas; pero sentir y ver el mundo eterno, llegar a la verdad de todo, no ya solo a su razón, no es dado más que a la fe, a la fe que la bondad atrae sobre nosotros y que la bondad sustenta como cimiento inconmovible. Y la íntima sus rancia de la bondad, su raíz es la humildad.

Miguel de Unamuno. Nicodemo el Fariseo

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