martes, 19 de diciembre de 2017
Las tinieblas
Sí, Esch, clavado en la cruz. Y atravesado por una lanza en la última soledad y confortado con vinagre. Solo entonces pueden penetrar las tinieblas en las que el mundo debe sumergirse para que renazcan la luz y la inocencia, aquellas tinieblas en las que ningún ser humano halla el camino del otro... Y aunque caminemos juntos, no nos oimos, y nos olvidamos los unos de los otros...
Hermann Broch. Esch o la anarquía.
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