Un mundo que ha perdido el Dios cristiano tiene que ir asemejándose al mundo que no lo conoció. Al igual que el mundo de Tales y de Platón, nuestro mundo moderno está "lleno de dioses". Conocemos a la ciega Evolución, a la perspicaz Ortogénesis, al benévolo Progreso y a otros que es más discreto no mencionar por su nombre, y no tenemos por qué herir los sentimientos de los hombres que todavía les rinden culto. Empero es importantísimo para nosotros demostrar que la humanidad está condenada cada vez más a vivir bajo la fascinación de una nueva mitología científica, social y política, si no exorcizamos resueltamente de ella esas perturbadoras nociones, cuya influencia sobre la vida moderna se está haciendo aterradora. Millones de hombres se están desangrando y muriendo de hambre sólo porque dos o tres de esas abstracciones pseudocientíficas o pseudofilosóficas están ahora en pugna. Parece como si, cuando los dioses luchan entre sí, fueran los hombres quienes tuvieran que morir.
Etienne Gilson. Dios y la filosofía
No hay comentarios:
Publicar un comentario