Rico amigo, ¿no estás harto, cansado y ensordecido de oír las voces que te han dicho que lo que hicieres por cualquier pobre, que te lo pide por Dios, lo haces por el mismo Dios y Él mismo te queda obligado a la paga, haciendo deuda ajena suya propria?
Mateo Alemán. Guzmán de Alfarache
No hay comentarios:
Publicar un comentario