Apartaos, mujeres, de su sepulcro
él no ama las lágrimas,
y aún conociendo el dolor
nunca hablaba de él.
Mujeres,alejaos,
por fin vuelvo a ver
el ángel de la despedida,
mas no veo
el ángel de la muerte.
Sabed, mujeres,
que el ángel de la muerte
jamás lo rozó.
Él está vivo,
está vivo,
lo grita mi carne de madre.
Mujeres blasfemas, alejaos
él mantendrá su promesa.
Mi carne arde de dolor
pero mi cuerpo exulta:
él ha resucitado.
Alda Merini. Magnificat
él no ama las lágrimas,
y aún conociendo el dolor
nunca hablaba de él.
Mujeres,alejaos,
por fin vuelvo a ver
el ángel de la despedida,
mas no veo
el ángel de la muerte.
Sabed, mujeres,
que el ángel de la muerte
jamás lo rozó.
Él está vivo,
está vivo,
lo grita mi carne de madre.
Mujeres blasfemas, alejaos
él mantendrá su promesa.
Mi carne arde de dolor
pero mi cuerpo exulta:
él ha resucitado.
Alda Merini. Magnificat
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