miércoles, 5 de noviembre de 2014
El deseo de hacerse hombre
La razón profunda de la Encarnación no viene del hombre, sino de Dios, de su deseo de hacerse hombre y de hacer de su humanidad consubstancial a todos una Teofanía, su morada trinitaria: "Vendremos a él y haremos morada en él" (Jn., 14, 23).
Paul Evdokimov. El conocimiento de Dios en la tradición oriental
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario