El arte moderno es inmensamente triste. Esto viene de su contenido filosófico, que esta a menudo lleno de desesperación, de escepticismo, de desprecio. Es la filosofía del payaso que está en la base del arte moderno, una filosofía de desesperado que no espera nada bueno de la vida, que no divisa ninguna vida "más allá" Todo ello es siempre el resultado de la paradoja y de la broma tomada en serio, y también del escepticismo, y también y sobre todo de la ausencia de Dios en el centro del ser, del obrero de arte, y todo ello nos ha envenenado.
Gino Severini. Correspondance
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