El objetivo de la marcha importa poco a esta juventud, que no aspira más que a confundirse con la masa y que ha sido exonerada de la tarea de profundizar personalmente en el sentido más hondo de la vida... El único objetivo es la borrachera. Es preciso desembarazarse del propio yo, del propio pensamiento, o para decirlo con más precisión, de la moral y de la razón en general.
Thomas Mann. Advertencia a Europa
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