Vaqueros Turcios
Y caminaron.
El hombre de Cyrene se sentía traspasado por la mirada del reo. Ladeóse para verle. Tenía un párpado razgado; las sienes, hondas; y al quitarse la sangre dura de las órbitas, su mano herida se dejó sangre fresca en su boca, estirada por el asma. y esa boca sonreía.
Gabriel Miró.Figuras de la Pasión del Señor.
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