"El arte que trasciende, que ayuda a ver y encontrar al otro, que es expresión de la tradición y de la renovación de la fe y de belleza". Benedicto XVI

sábado, 22 de septiembre de 2012

Elevarse a la sabiduría


El amor, o la voluntad, es purificado con el entendimiento si ambos son elevados conjuntamente. El hombre por nacimiento solo se ama a si mismo y al mundo, pues ninguna otra cosa se presenta ante sus ojos y ninguna otra en consecuencia ocupa su espíritu. Este amor es natural-corporal y puede ser llamado material. Por otra parte, llega a ser impuro porque el amor celeste ha sido separado de él en los padres. Este amor no puede deshacerse de su impureza si el hombre no tiene la facultad de elevar su entendimiento hasta la luz del cielo y ver cómo debe vivir , a fin de que su amor pueda, con el entendimiento, ser elevado en la sabiduría.

Emanuel Swedenborg. El habitante de dos mundos

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