"El arte que trasciende, que ayuda a ver y encontrar al otro, que es expresión de la tradición y de la renovación de la fe y de belleza". Benedicto XVI
martes, 7 de febrero de 2012
El asombro que consagra
La más humilde jarra de vino sobre la mesa de una posada puede llegar a ser un objeto sagrado: basta que yo me asombre de su presencia, y ahí esta ya, mecida por las olas del absoluto.
Fue Tardieu un escritor de mucho ingenio que recuerda al surrealismo en ocasiones y en su teatro al absurdo becketiano. En un primer momento al leerla me recordó a Duchamp, pero ahora que lo dice, Sí, esa frase podría ser Zen. Buscaré sobre el no dualismo, lamento mi ignorancia, si conoce algun texto se lo agradecería, contaría con una dirección inestimable.
Me llamaste y tu grito laceró mi sordera; brillaste y tu esplendor disipó mi ceguera ; difundiste tu fragancia y respiré corriendo tras de ti; te conocí y me dejaste con hambre y sed; me tocaste y ardo en el deseo de tu paz.
San Agustín. Confesiones Lib X,27,38
No conocía a este artista francés. Su frase me ha recordado el no dualismo sagrado-profano típico del budismo zen.
ResponderEliminarFue Tardieu un escritor de mucho ingenio que recuerda al surrealismo en ocasiones y en su teatro al absurdo becketiano. En un primer momento al leerla me recordó a Duchamp, pero ahora que lo dice, Sí, esa frase podría ser Zen. Buscaré sobre el no dualismo, lamento mi ignorancia, si conoce algun texto se lo agradecería, contaría con una dirección inestimable.
ResponderEliminarGracias por su comentario.
Fraternal abrazo