Hable usted del amor hasta que el mundo se hastíe de la palabra. Pero no hable usted del cristianismo. Absténgase usted de decir una palabra, blanca o negra, acerca de eso. El cristianismo, en cuanto a usted le concierne, es un misterio horrible. Apártese de él, guarde silencio sobre él, como si fuese una abominación. Es una cosa que ha inducido a los hombres a matarse y torturarse unos a otros, y usted nunca sabrá por qué. Es una cosa que ha inducido a los hombres a cometer el mal para procurar el bien; usted nunca comprenderá el mal, deje en paz al bien. El cristianismo no servirá más que para hacerle a usted vomitar, hasta que dejase de ser como es.
G.K. Chesterton. "La Esfera y la Cruz"
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