La raíz del pecado y, por tanto, la fuente del mal se halla
a muchísima mayor profundidad, fuera del alcance de la ley y la moral. Los pecados
que condena el Código Penal son tan sólo la consecuencia de una mala actitud
religiosa. Todo el mundo necesita de la religión
y no existe un hombre irreligioso. Cuando alguien no cree en la buena religión,
cree en la mala. Y la peor de todas las malas religiones es el ateísmo.
Béla Hamvas. La filosofía del vino.
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